Este año sólo quiero morir. No me interesa nada más. No tengo ninguna intención de celebrar nada en las Navidades, y no tengo a nadie con quien compartirlas. Tengo suficiente dinero como para que no suponga un marrón para mi familia, y con eso me basta.
Así pues, igual que casi todo lo que os pido me lo habéis acabado trayendo, de la misma manera os ruego y os imploro morir. Ni siquiera necesito que me pidan perdón por las cosas malas que me han provocado; eso, hace tiempo, ya lo perdoné. Y ya libre del rencor, estoy en paz.
